Alianzas para el liderazgo editorial

Durante una serie de meses la FGSR ha venido trabajando en colaboración con FANDE y con una red de profesionales del mundo del libro en una serie de conversaciones e intercambios digitales, bajo la etiqueta de “Alianzas para el liderazgo editorial”, que ha cristalizado en la organización de dos jornadas de trabajo en READMAGINE. Tal y como se había trabajado en este proyecto se logrado crear una dinámica de trabajo europeo que cristalizó en el comienzo de junio en Madrid, en la forma de un encuentro sobre estrategias de innovación en el mundo del libro y en la generación de propuestas y recursos para los profesionales del sector. Esta alianza se orienta también a potenciar el liderazgo del sector del libro español a través esta iniciativa y gestación de la “conversación” en el ámbito europeo.

Esta edición de READMAGINE es la culminación del proceso de aprendizaje experimentado como respuesta a las dificultades de 2020 y buena parte de 2021. La FGSR ha ensayado el uso conjunto de una herramienta de videoconferencias con el uso aplicaciones para el trabajo de colaboración digital. Los profesionales que sean especialistas en cada una de las tres vertientes citadas formaron una red que se visualizó hacia un grupo profesional en el encuentro en Casa del Lector. Esta integración de la estrategia digital para el networking e interacción entre los profesionales a través de foros de trabajo con el desarrollo de las presentaciones y mesas redondas en el evento presencial.

Uno de los asuntos centrales que se derivaban de las reuniones virtuales era el de las “externalidades positivas” del libro (la industria) y la lectura. De esta manera también se ha seguido la secuencia de los años precedentes. Si en 2020 se orientó hacia la prospectiva en torno a las consecuencias de la pandemia (entonces en sus comienzos) y el 2021 a la formulación de agendas para la lectura y el libro, en 2022 se ha centrado en el impacto positivo de la lectura y la industria del libro en la sociedad, sus efectos para el logro de los ODS (de la Agenda 2030 de la ONU) o, en términos generales y más economicistas, las “externalidades positivas” que sus actividades ofrecen al mundo actual.

La primera jornada (31 de mayo) se dedicó exclusivamente al impacto de los proyectos de lectura de las bibliotecas sobre los ODS, con unas presentaciones iniciales de modelos “inspiradores”, una sesión de trabajo en equipos bibliotecarios con una herramienta de valoración de impacto y una última parte centrada en la elaboración de nuevas narrativas para la defensa de la lectura y las bibliotecas desde la visión de su aportación en ámbitos diferentes del cultural. Esta jornada tuvo un formato de encuentro profesional sin público, con lo que todos los participantes también fueron protagonistas de las dos últimas sesiones.

Desde la tarde del mismo día 31 se iniciaron las primeras reuniones preparatorias de las jornadas posteriores con los ponentes. Las presentaciones del día 1 de junio se abrieron con una intervención de María José Gálvez -Directora General del Libro y Fomento de la Lectura- en la que hizo un “Retrato de España para Frankfurt” en el que describió el panorama de la sociedad española en cuatro bloques:

  1. Los datos actuales sobre el sector del libro español.
  2. El panorama de la creación literaria.
  3. El comportamiento lector y la estrategia de fomento de la lectura.
  4. La agenda de políticas públicas para el libro.

En este retrato de España desde el ámbito del libro y la lectura se apoyó en el repaso de las cifras publicadas en torno al año 2020, con una facturación por venta de libros de 2.500 millones de euros, ventas de ebooks  de 126 millones de euros, en una producción que representó el 0,9 % del PIB, entre otras cifras. En el caso de las estadísticas sobre hábitos de lectura presentó la realidad de una sociedad que cada vez lee más, con cerca del 65% de la población que lee en su tiempo de ocio y una consolidación del dato alcanzado durante los confinamientos en la proporción de lectores frecuentes respecto al total de la población.

En la edición de 2022, Tom Morris -Senior Analyst de tendencias en GWI ofreció algunos de los datos más relevantes y análisis más convincentes sobre las tendencias de contenido de medios en todo el mundo.

Morris se centró en la necesidad de observar el consumo de medios desde diferentes ángulos y estudiar cómo los consumidores están transitando de un medio a otro de forma incesante en su día a día.

Durante su presentación, Morris examinó cinco pilares clave en el panorama de los medios de este último año:

  • Video
  • Redes sociales
  • Juegos
  • Lectura
  • Audio

Desde la perspectiva de los datos recogidos por GWI, a partir de la crisis del Covid-19 se está produciendo una lucha constante entre distintos medios: una competencia por la atención de los consumidores, la llamada “la economía de la atención”.

Anteriormente, las decisiones las dictaba la programación (por ejemplo, la parrilla televisiva), pero hoy en día hay una demanda orientada hacia formas muy diversas de pasar el tiempo. Lo que esto implica es  que los diversos proveedores de un mismo tipo de contenido no compiten entre sí (no compiten las editoriales entre sí o las televisiones entre sí), sino que compiten con otras actividades; usando los términos de una carta remitida a sus accionistas por Netflix: «Competimos con Fortnite más que con HBO».

La consultora y analista de contenidos Roberta Franceschetti ofreció una presentación sobre las últimas tendencias de las generaciones más jóvenes en el consumo de contenidos. Compartió reflexiones muy útiles sobre la nueva relación de los niños y adolescentes con los libros, los cómics, los webtoons, la televisión o el manga y cómo existe una tendencia creciente en unas pautas de consumo de tipo transmedia.

Para los adolescentes su entorno de vida es el de una era visual en la que los modos híbridos de comunicación son naturales, tales como los chats de memes y la difusión de los Iconotextos, para los cuales se requieren nuevas habilidades para la decodificación y habilidades específicas de lectura. Podemos ver que esos «Iconotextos en las redes sociales son populares entre la Generación Z, como sucede en sus interacciones en TikTok e Instragram, donde tienes imágenes y videos complementados con subtítulos de texto». Según Franceschetti, la razón que hay detrás del creciente éxito de los cómics y las novelas gráficas entre los niños y los adolescentes es que comparten un tipo de lenguaje o requieren las mismas habilidades de lectura.

Por lo tanto, la primera conclusión que Roberta Franceschetti aportó a este evento es «que debemos involucrar a los lectores con diferentes experiencias de lectura y conversaciones que sean significativas para ellos, que utilicen códigos con los que estén familiarizados y que les gusten».

Otro de los foros virtuales de trabajo que se habían organizado era el referido a las estrategias de formación necesarias para la industria del libro. Como culminación de las conversaciones se celebró una sesión en torno a tres visiones al respecto. Una es de carácter amplio, como una escuela que cubre las demandas de la totalidad de la cadena actual del libro, otra centrada en el mundo de la librería y una tercera relacionada con aspectos experimentales.

El primer enfoque lo representó Monika Kolb, quien es directora general de Mediacampus frankfurt desde hace 14 años en, así como directora del departamento educativo de la Asociación Alemana de Libreros y Editores. Kolb presentó una visión muy completa de esta prestigiosa escuela, creada para impulsar a la industria editorial. Sus aportaciones se ofrecieron durante la sesión dedicada a las estrategias formativas y educativas para el futuro de la edición bajo el título: “Reskilling, upskilling (tendencias en la formación para la edición)”.

Los desafíos actuales a los que enfrenta el mercado del libro alemán son diversos, pero Kolb decidió centrarse en tres temas centrales:

  • “Existe una dramática escasez de trabajadores cualificados, especialistas y gerentes ejecutivos en la industria del libro que amenaza fundamentalmente el éxito corporativo de la industria”.
  • “Como resultado de la pandemia del Covid, los empleados recién contratados han estado trabajando de forma remota durante más de dos años: por lo tanto, nos enfrentamos al gran desafío de una conexión adecuada entre empleados y empresas. Entre otras cosas, esta situación hace necesario repensar, reestructurar y relanzar el desarrollo de personas”.
  • “Si bien el tema de la sostenibilidad todavía era un objetivo lejano hace unos años, hoy es uno de los objetivos más importantes de las empresas de la industria, para poder hacer negocios de una manera económica, ecológica y socialmente sensata en el futuro».

La segunda visión sobre el reskilling y upskilling para el sector del libro la desarrolló Nana Lohrengel en la misma sesión del día 1 de junio. Nana está a cargo de todas las actividades didácticas de la Escuela de Libreros Umberto y Elisabetta Mauri en Italia y presentó las actividades que gestiona y su visión sobre los programas formativos para los profesionales de la industria del libro, especialmente los libreros.

El proyecto de esta Escuela se ha caracterizado durante mucho tiempo por dos actividades principales:

  • El curso de especialización en Venecia, denominado seminario de posgrado.
  • Los cursos monográficos realizados en Milán.

Ambos esquemas trabajo son de dos oportunidades de formación excepcionales para abordar y explorar los principales aspectos de las actividades de una librería, incluida la gestión, las finanzas, la distribución, el marketing o la promoción.

Nana Lohrengel también compartió sus puntos de vista sobre los desafíos que plantean los ODS por parte de la industria del libro y cómo deben gestionarse también desde la perspectiva educativa. Por ejemplo, entre otras consideraciones, se refirió al caso de la acción climática, que está relacionado con temas como la gestión del papel y la tinta, el consumo y las emisiones de energía, la gestión de residuos de papel o el transporte y la distribución de libros. La diversidad e inclusión están ligadas a las políticas practicadas por la organización, igualdad de oportunidades y empoderamiento de las mujeres, políticas de remuneración y protección social para promover la igualdad de género, desarrollo de capacidades, salud y seguridad de los trabajadores o bienestar.

Rüdiger Wischenbart fue el tercer participante en esta misma sesión dedicada a las estrategias formativas y educativas para el futuro de la edición. Se centró en la idea de “colaboración”, porque ha sido muy importante durante la pandemia. La crisis provocada por la pandemia no ha significado lo mismo para todos, no ha sido el mismo tipo de crisis para todos: no ha implicado lo mismo para las grandes compañías que para las pequeñas empresas, tampoco ha sido lo mismo para los grandes mercados que para los pequeños. Porque “los grandes” tienen todas las posibilidades para agregar esfuerzos o para trabajar juntos en la cadena de valor del libro.

Las pequeñas compañías no pueden afrontar las innovaciones en el mismo modo en como lo hacen los grandes para superar una crisis como la que vivimos. Esta crisis de Covid-19 ya había tenido un precedente en el sostenido proceso de bajada de los libros impresos que se vendían en cada uno de los mercados y este desafío de largo plazo es enorme para las pequeñas empresas.

Durante Readmagine 22 también tuvo lugar una sesión que recogía los debates previos y el trabajo sobre el impacto del préstamo bibliotecario de e-books en el mercado de libros electrónicos de algunos países y las soluciones que las plataformas podrían ofrecer con diferentes modelos de negocio, como intermediarios entre bibliotecas y propietarios de contenido. Participaron Enrico Turrin (Subdirector de la Federación Europea de Editores), Christian Schumacher-Gebler (CEO del grupo editorial Bonnier en Alemania) y Johanna Brinton Abela (Gerente Regional Senior de EMEA, Bibliotecas Globales y Educación en Overdrive) y fue moderada por José Manuel Anta (FANDE/IPDA).

Enrico Turrin -Subdirector de la Federación Europea de Editores (FEP)- presentó los principales resultados del estudio que FEP encargó a GFK para comprender el impacto desde la perspectiva del sector editorial del préstamo de libros electrónicos. Esta investigación se ha centrado en el mercado sueco, francés e italiano, en la línea de una encuesta similar a la que ya se llevó a cabo en Alemania por la misma empresa.

El estudio, explicó Turrin, se emprendió como consecuencia de la preocupación de bastantes editoriales en torno al equilibrio entre las diferentes necesidades y servicios, como son la protección de los derechos de autor y el acceso máximo posible de libros para garantizar el derecho de los ciudadanos a la información y la educación. Los datos  principales compartidos por Turrin fueron los siguientes: considerando 100 personas en cada nación como usuarios de bibliotecas, en Suecia el 60% de estos usan el servicio de préstamo solo para libros impresos o CD, el 19,2% solo para libros electrónicos y audiolibros digitales, el 20,9% ambos (impresos libros o CD, así como libros electrónicos y audiolibros). En el caso de Italia, los usuarios de soportes físicos (libros impresos y CD) ascienden al 72,7%, 15,6% solo digitales, 11,7% usan el servicio de préstamo de ambos. En Francia, por último, el 76,9% toma prestados solo soportes físicos, el 11,2% solo digitales, el 11,9% ambos soportes. Particularmente en Suecia, un país donde el préstamo de libros electrónicos está mucho más avanzado, se observa que el préstamo digital tiene una participación de usuarios muy alta.

Pero, ¿quiénes son estos usuarios? Si comparamos el nivel de ingresos y de educación promedio de la población con los de los usuarios de préstamos electrónicos, GFK muestra que quienes recurren al servicio de préstamo de libros y audiolibros en formato digital tienen, en promedio, un nivel más alto que el de la media de  la población en cuanto a titulación y renta. Estos datos, señaló Turrin, entran en conflicto con la idea de que las bibliotecas son principalmente para fomentar la lectura entre grupos de población que de otro modo no tendrían acceso a los libros. En Suecia, por ejemplo, el 32% de la población tiene ingresos superiores a 4.000 euros y el 37% de los usuarios de préstamos electrónicos. En Francia, 14% contra 15%, en Italia 8% contra 9%. Si la mitad de la población italiana tiene una renta inferior a 2.000 euros, para los usuarios de préstamos electrónicos el porcentaje se reduce al 46 %. Datos similares se encuentran en los niveles de educación.

Una investigación separada, por último, afronta la cuestión del riesgo de canibalización del mercado debido al préstamo electrónico. Si preguntamos quién utiliza esta forma de leer libros y cómo ha influido en la compra de libros y CD impresos por un lado, y de libros digitales o audiolibros por otro, los resultados muestran que en el caso de Suecia, el 45% de los usuarios ya no compra o compra menos libros físicos que antes, mientras que un 30% ya no compra o compra menos e-books que antes. Las proporciones correspondientes para Francia son 36% (libros físicos) y 20% (libros digitales), para Italia 37% y 18%, para Alemania (45% y 46%).

Debe subrayarse el hecho de que en Suecia el 16 % de los encuestados nunca ha comprado libros electrónicos (en Francia solo el 13 %, en Italia el 3 %), una cifra que, como sugirió Turrin, podría ser consecuencia de la temprana incorporación del servicio de préstamo electrónico en las bibliotecas suecas y que, por lo tanto, “algunas personas nunca sintieron la necesidad de comprar libros electrónicos, porque los servicios de la biblioteca eran muy buenos y estaban presentes desde el principio”.

Según las explicaciones de Turrin, podría haber una migración de lo impreso a lo digital por la influencia de los servicios de préstamo, ya que la gente desarrolla una afición por leer en e-books.

En Alemania, el porcentaje de quienes compran menos libros impresos debido al préstamo electrónico es incluso mayor que el porcentaje correspondiente a los libros electrónicos y los audiolibros digitales, lo que lleva a pensar que el efecto de reemplazo se produce con la expansión del préstamo electrónico. Turrin explicó que esta es una gran preocupación entre los editores y autores alemanes y es la razón por la que están cooperando para que los servicios de préstamo electrónico sean beneficiosos para todos (sin perjudicar a la industria).

Teniendo en cuenta todas las observaciones explicadas por Turrin, las principales conclusiones de los resultados de este estudio son que el e-lending prevalece especialmente entre los grupos de población de altos ingresos y alto nivel educativo, y tiene un impacto significativamente negativo en la compra, no solo de los libros electrónicos, sino de los libros impresos en particular.

Christian Schumacher-Gebler -CEO del grupo editorial alemán Bonnier- hizo una descripción de todas las preocupaciones que las editoriales, especialmente en Alemania, están experimentando con los actuales sistemas de préstamo electrónico en las bibliotecas públicas.

Schumacher-Gebler comenzó con una declaración contundente, señalando que, aunque el mercado de los libros electrónicos ha crecido en Alemania “cuando observamos nuestra facturación o nuestros ingresos, no vemos un gran aumento y lo que vemos es que la razón principal de esto son, obviamente, las plataformas de e-lending”.

También aclaró que “nos encanta el formato digital, esto no va del formato digital, sino de las fuentes de ingresos”, porque “la pesadilla” para las editoriales es que, mientras el 53% de los e-books que se consumen en las librerías representan el 94 % de sus ingresos, en el caso del 47% de los libros electrónicos representado por el consumo en las bibliotecas significa solo el 6% de los ingresos. Teniendo en cuenta las tendencias, la siguiente pregunta para Schumacher-Gebler «¿Cuánto tiempo debemos esperar para que el mercado baje a cero?» y el siguiente fue “¿Por qué alguien debería comprar un libro electrónico cuando puede obtener el libro electrónico en la biblioteca de forma gratuita?”

Schumacher-Gebler informó a la audiencia de que existe la iniciativa “Fair lessen” (Lectura justa) lanzada por importantes editores, libreros y autores de primer nivel en Alemania que interpela a los políticos diciendo que “tenemos un problema aquí si esta tendencia continúa” y pide el derecho a decidir qué e-books deben estar en el servicio de préstamo bibliotecario y cuáles no.

Por su parte, Johanna Brinton Abela explicó cómo OverDrive actúa en la intermediación entre los editores y las bibliotecas. Aunque tiene su sede en los EE. UU., la empresa opera en todo el mundo en más de 100 países y sigue aumentando. El gran catálogo es líder de libros electrónicos y está disponible para redes de bibliotecas que ella distingue en una serie de  las categorías:

Bibliotecas públicas: más de 22 000 bibliotecas

Escuelas (primaria y secundaria): 55.000 escuelas

Bibliotecas académicas, corporativas, gubernamentales, jurídicas y especializadas: más de 1500 bibliotecas asociadas, incluidas las que atienden a los reclusos.

OverDrive Marketplace, con más de 4 millones de libros disponibles, ostenta el título de inventario líder no solo de libros electrónicos, sino también de revistas y audiolibros y algún otro tipo de contenido. OverDrive Marketplace es el entorno en el que las bibliotecas o escuelas compran el acceso al catálogo. Los editores y proveedores establecen los precios, los modelos de acceso y los términos.

Brinton también mostró la variedad de diferentes modelos de acceso:

  • Una copia por usuario: un solo usuario accede a la vez para cada unidad de la colección (como en el esquema clásico del libro impreso).
  • OverDrive Max (agregado recientemente): un paquete de préstamos comprados con un descuento por volumen disponible para los lectores cuando lo necesiten (la mayoría de las veces son 100 unidades).
  • Uso Simultáneo – Título Único (STSU): Precio fijo para todos los lectores de una escuela o biblioteca por un año (el período más habitual).
  • Uso Simultáneo – Plan (25 títulos): Precio fijo para una colección de títulos de acceso simultáneo.
  • Costo por Circ o préstamo (CPC): A la biblioteca se le aplica un cargo por cada préstamo. Limitado a un usuario a la vez, y cada circulación genera una tarifa.
  • Coste para un conjunto de un aula o clase (solo en educación): acceso limitado por una sola tarea y un límite de tiempo, como 30 días.

Esta descripción muestra la diversificación en los modelos de negocio que OverDrive ha experimentado durante los últimos años, lo que convierte a esta empresa en una solución adaptable a diferentes condiciones dentro de las redes de bibliotecas.

Una declaración importante hecha por Brinton -dado el contexto de la sesión en la que la realizaba- fue la relativa a la interacción entre editores, plataformas, bibliotecas y lectores. Ella argumenta que el interés y el compromiso de los lectores “es la parte más importante aquí y la mayor oportunidad para que ambas partes trabajen juntas” porque “las bibliotecas son un espacio muy singular en la comunidad y el tipo de actividades y la naturaleza del compromiso en todos los ámbitos socioeconómicos de esa comunidad y de áreas en las que se trabaja en el interés de la comunidad y es en torno a los libros en donde una colaboración más estrecha podría darse entre editores y bibliotecas”.

Otra de las sesiones de Readmagine 22 se centró en las estrategias que desde las bibliotecas públicas y la industria editorial se pueden desarrollar para un impacto positivo en los ODS (de la Agenda 2030 de la ONU). Esta parte de la conferencia fue moderada por Alicia Sellés (Presidenta de FESABID) y contó con las ponencias de Anna-Maria Soininvaara (Biblioteca Oodi, Finlandia) y Arantxa Mellado (LiberExpres, España).

Arantxa Mellado está trabajando en varios proyectos de innovación para la mejora de flujos de trabajo y datos en la industria editorial española. Desde su experiencia inmediata invitó a la audiencia a seguir su presentación referida al ODS 12 -garantizar modalidades de consumo y producción sostenibles- y sus implicaciones en el día a día del trabajo en esta industria.

Desde su punto de vista, son tres los retos o los problemas actuales en su forma de operar, que debe afrontar la industria para cumplir con los requisitos del ODS 12:

  • Sobreproducción
  • Sobre-distribución
  • Uso de productos no 100% sostenibles

Si bien es cierto que cada uno de estos problemas necesita algunos cambios fundamentales para avanzar hacia el cumplimiento del ODS12, el caso de la sobreproducción es muy llamativo: debemos tener en cuenta que la industria editorial produce en promedio un 25% más de lo que demanda el mercado. ¿Por qué está ocurriendo esta situación aparentemente absurda e ineficiente? Mellado respondió a esta pregunta con una afirmación rotunda: “Porque el Offset es un sistema que abarata el coste de impresión y la editorial necesita compensar las devoluciones”.

El segundo desafío es la “sobre-distribución” lo que significa un flujo de retorno grande y, a veces, masivo (este problema es enorme y acuciante en la cadena de valor española). La causa de esto es precisamente la sobreproducción, ya que la industria necesita incorporar de un modo incesante nuevos títulos al comercio minorista.

El tercer gran desafío atañe directamente a dos de las metas de este objetivo:

  • 12.4 De aquí a 2020, lograr la gestión ecológicamente racional de los productos químicos y de todos los desechos a lo largo de su ciclo de vida, de conformidad con los marcos internacionales convenidos, y reducir significativamente su liberación a la atmósfera, el agua y el suelo a fin de minimizar sus efectos adversos en la salud humana y el medio ambiente.
  • 12.5 De aquí a 2030, reducir considerablemente la generación de desechos mediante actividades de prevención, reducción, reciclado y reutilización.

Lo cierto es que el uso de productos no 100% sostenibles (no son reciclables al 100%) hace que los millones de libros que se reciclan cada año, no lo sean en su totalidad sino sólo en las páginas interiores, porque la cubierta normalmente no se puede reprocesar.

Anna-Maria Soininvaara es directora de Helsinki Central Library Oodi desde 2018 y durante la edición del año 2022 de Readmagine participó en dos de las numerosas sesiones que integraron esta conferencia. En la primera de ellas se centró en su experiencia en Oodi -el emblemático proyecto de biblioteca de Helsinki- para una audiencia de bibliotecarios españoles que estaban reunidos por la FGSR, la Comunidad de Madrid y FESABID en el auditorio de la fundación en Matadero el día 31 de mayo. En la segunda jornada de Readmagine compartió una sesión en la que se integraron la perspectiva bibliotecaria con la de los nuevos modelos de negocio vinculados a los ODS de la Agenda 2030 de la ONU.

El impacto de la lectura y el sector del libro sobre algunos de los ODS era el asunto central de esta décima edición de Readmagine.

Desde el punto de vista de los 17 Objetivos Sostenibles de la ONU, en el proyecto bibliotecario finlandés de Oodi se han centrado en los siguientes objetivos:

4: Educación equitativa

10: Reducción de las desigualdades

12: Consumo responsable

13: Acción por el clima

16: Paz, justicia e instituciones sólidas

Rüdiger Wischenbart también intervino en la jornada del día 2 de junio de Readmagine 22, tal y como viene sucediendo en las ediciones anteriores, con una presentación sobre la evolución del mercado durante los últimos seis meses. Wischenbart apuntó a la necesidad de adoptar un pensamiento innovador de cara a los nuevos panoramas que se presentan en el sector editorial. Para Wischenbart, los medios no han incidido lo suficiente en el impacto negativo que los acontecimientos de los últimos tiempos han tenido sobre las librerías. Señaló que cuando los editores realizan estadísticas ponen la atención en los beneficios obtenidos, en el rédito económico, sin embargo Rüdiger prefiere atender al volumen: el número de ejemplares que se han distribuido con éxito, pues nos da una perspectiva más amplia y certera de lo que está pasando en el sector, en particular del comportamiento del lector, ya que las cifras en euros están condicionadas por la clase de productos que se venden, puesto que un ejemplar en tapa dura puede valer lo mismo que dos y a veces incluso que tres en tapa blanda.

En esta industria las cosas son algo más complicadas que lo que puede observarse a simple vista, por eso Rüdiger Wischenbart recomendó hacernos algunas preguntas: ¿Qué es lo que se ve realmente? ¿Cuál es nuestra perspectiva? ¿Qué es lo que damos por hecho? ¿Qué es lo que no estamos viendo? ¿Hay algo en el sector editorial que se nos esté pasando por alto?

Respecto a esto, las listas proporcionadas por Amazon, por ejemplo, pueden darnos pistas sobre lo que sucede. Hoy en día industria del libro no es un universo único y homogéneo, sino una amalgama de cosas diferentes.

Actualmente, si se sume la perspectiva del plano digital, las descargas no son el único modo de consumo, sino que existen modelos de suscripción y de streaming (reproducción online). Estas nuevas formas de consumo implican nuevos modelos de distribución. En cuanto a las tendencias, se observa que los géneros que tenían más éxito en el mercado impreso lo conservan en el digital, aunque en el digital despuntan géneros y temáticas que no lo habían hecho en el mercado impreso, o no con la fuerza con la que lo hacen en el digital.

Erik Wikberg, director ejecutivo de House of Innovation SSE, presentó el panorama editorial en Suecia en relación a los modelos de suscripción digitales, en particular, a los audiolibros, que han vivido su auge en los últimos años.

Wikberg comenzó advirtiendo de que un aumento en las ventas de los libros en papel no reflejaba necesariamente mayor afición lectora. ‘‘A veces aumentan las ventas de libros infantiles, pero eso no significa que haya más niños que leen, sino que algunos de esos niños tienen estanterías más grandes’’.

Para ofrecer un contexto temporal para el análisis, presentó cuál fue el primer audiolibro sueco, “Music in darkness”, publicado en 1952, un compendio de poemas. Añadió que desde el Estado se promueve la creación de audiolibros bajo una premisa de accesibilidad para aquellos que tienen impedimentos visuales.

A finales de los noventa se comercializan audiolibros en formato CD-ROM y en 2005 aparecen los primeros modelos de suscripción digital. Sin embargo, pasarían varios años hasta que dicho fenómeno arrancara definitivamente para llegar a lo que estamos viviendo ahora. Hasta entonces, dicho mercado fue más bien precario. Es un mercado muy diferente, no sólo en cuanto al tipo de producto, sino tanto en lo que se refiere al modelo de negocio como los hábitos del consumidor.

El mercado Sueco lleva desde 2015 ampliamente digitalizado, y es Storytel la plataforma dominante. Wikberg enumera a sus competidores principales, entre los que se encuentra Audible y otros de origen sueco como BookBeat. De entre todos los datos que ofreció, se puede resaltar que en 2021 los audiolibros obtuvieron 44 millones de reproducciones contabilizadas mientras que la venta de ejemplares físicos no llegó a 30 millones.

En cuanto al impacto de la Covid-19 en el mercado Sueco, Wikberg concluye que 2020 fue un buen año para el sector, aunque el peor año para las librerías físicas. En esta faceta de los datos se pueden destacar los relativos a los últimos tres años.

Librerías físicas: 1.217.453 en 2019, 984.830 en 2020 y 1.026 821 en 2021.

Ventas en internet: 2.052.639 en 2019, 2.442.933 en 2020 y 2.512.869 en 2021.

Suscripciones en plataformas digitales: 918.475 en 2019, 1.149.483 en 2020 y 1.335.743 en 2021.

Wikberg comparó la situación del mercado editorial digital en Suecia con la de un posible paraíso, pero se cuestionó para quién se cumple este escenario idílico y aborda distintos aspectos. Para empezar el modelo de suscripción plantea una forma distinta de facturar, pues no se hace desde el número de copias, sino desde las ‘‘unidades de tiempo’’.

Se exponen cuestiones referentes a los ilustradores y diseñadores gráficos, que deben adaptar su trabajo a los formatos digitales; el narrador se ha convertido en una figura clave del circuito editorial; los precios de Storytel han sido muy volátiles, lo que sugiere que aún veremos varios cambios en el sector digital.

Wikberg sugirió que estos formatos pueden ser un paraíso para el consumidor, ya que es el formato más barato que hay y también el más accesible, no sólo por una cuestión teórica en la que no hace falta saber o poder leer, sino porque no hace falta tener tiempo libre ya que la escucha de audiolibros puede combinarse con otras actividades.

Sin embargo, la popularización de estos modelos ya está planteando debates en Suecia sobre si, por ejemplo, es una producción que beneficia a la literatura en términos de calidad o si, por el contrario, la deteriora.

Una parte fundamental del proyecto de Alianzas para el liderazgo es la dinámica del storytelling con los business cases. En esta edición de Readmagine uno de los foros sobre business cases se volvió a centrar en el asunto de la distribución digital de contenido educativo, pero en esta ocasión el diálogo se producía tras la revolución provocada por la enseñanza en remoto durante los confinamientos. Este tema es uno de los que había venido ocupando una parte importante de sesiones virtuales de diálogo.

Por esta razón se organizó una sesión precisamente en torno a este asunto, en una  conversación moderada por Luis González, director general de la Fundación Germán Sánchez Ruipérez y creador de Readmagine en 2006. En esta mesa redonda participaron Gauthier Van Malderen (Perlego), Eduardo Yagüe (Odilo) y Marc Boutet (Demarque).

Gauthier Van Malderen, es fundador y director de Perlego (RU), comenzó su presentación -centrada en qué es Perlego y qué ofrece- incidiendo en el gran descontento que parece haber entre los estudiantes que necesitan recurrir a libros de texto, ya que los precios son considerablemente elevados en muchos países. Este es el problema que se presenta en el ámbito del consumidor. Ahora bien, en el caso de las editoriales, el desafío deriva de cómo los consumidores hacen frente a esa dificultad, y es que este problema ha provocado que tanto la venta de segunda mano como la piratería sean las dos prácticas que más perjudican a estas editoriales.

Perlego ayudaría a paliar esta situación ofreciendo un espacio web de afiliación en el que los estudiantes pueden encontrar mucho material de su interés en distintos formatos. A las editoriales les beneficia en la medida en la que Perlego reduce los costes de producción tradicionales, ya que la parte de imprenta supone un elemento de coste fundamental para los libros de texto.

Perlego ofrece un modelo tipo “todo-cuanto-puedas-leer” y además colaboran con diferentes empresas para que los estudiantes tengan ventajas en ambos servicios.

El siguiente ponente fue Eduardo Yagüe, director de Global School Business en Odilo (España). Las metas de Odilo consisten en democratizar el acceso a la educación y promover hábitos de estudio y de lectura, así como ayudar a que los usuarios alcancen su máximo potencial a través de lo que llaman “ecosistemas de aprendizaje”. Cuentan con más de 8.000 clientes, más de tres millones de recursos disponibles (lo cual supone el catálogo educativo más amplio del mundo) y están presentes en más de quince países.

Odilo ofrece lo siguiente:

-Acceso al catálogo educativo más amplio del mundo.

-Experiencias de aprendizaje ilimitadas.

-Una plataforma inteligente y personalizada.

-Inteligencia de negocio.

-Un equipo comprometido: aprendizaje personalizado y servicios profesionales.

Su impacto directo en aspectos medibles implicaría el aumento de los hábitos de lectura en tres de cada cinco usuarios, un 134% de mejora en la comprensión lectora y un 90% de ahorro para las familias.

Marc Boutet, CEO de DeMarque, fue el último en exponer su modelo. En primer lugar informó de que colaboran estrechamente con Cantook Education y luego hizo un breve recorrido desde los inicios de DeMarque, empresa que fundó en 1990, cuando tenía 15 años. Por aquel entonces su idea era acercar el contenido educativo a la gente desde los centros escolares, por lo que diseñó un software para ello. Trabajaban con disquetes y métodos muy distintos a lo que se utiliza ahora, pero supieron adaptarse y lo siguen haciendo. Hoy DeMarque es una de las grandes compañías dedicadas a la distribución digital de contenido editorial.

En 2011 empezaron a distribuir en librerías y no tardaron en querer prestar acceso a ebooks en los centros escolares. Actualmente es una de las pocas plataformas que se utilizan en todos los colegios.

Su propuesta implica una colaboración con editoriales en alguno de sus desafíos fundamentales:

-¿Cómo coordinar a todos los participantes en torno a esa nueva visión?

-¿Cómo convencerles de que el proyecto añade valor comercial y no supone un reemplazo para las ventas físicas?

-¿Cómo detectar los recursos que no están satisfaciendo las necesidades de los colegios?

-¿Cómo generar una mayor integración de la tecnología?

Tras las presentaciones dio comienzo el interesante diálogo moderado por Luis González en el que los distintos participantes ponen sus opiniones y visiones en común sobre diversas cuestiones relacionadas con la industria del libro académico y los contenidos educativos, como cómo afrontan el enfoque global de sus proyectos ya que cada mercado tiene sus particularidades, si tienen alguna estrategia pedagógica o cómo pretenden lidiar con los formatos más informales, el contenido educativo que se ofrece, por ejemplo, desde plataformas como YouTube.

Otra de las líneas de debate era la que se refería a la gestión de los objetivos sobre sostenibilidad medioambiental. En la línea de trabajo de “Alianzas para el liderazgo” se había considerado crucial integrar esta parte de los ODS en el bloque de pensamiento de los profesionales de la industria. La FGSR ha venido trabajando con FANDE en una serie de sesiones virtuales con profesionales del sector del libro que se orientan a una mejora de la eficiencia en el plano de la producción, la logística y la experiencia de usuario. En este sentido, la sesión sobre “Edición verde”, en la forma de un coloquio de Readmagine 22 sobre la sostenibilidad y la relación del sector editorial y el ODS de la acción climática, era el colofón a estas actividades. En este coloquio intervinieron Michiel Kolman, Juan Mera y Patxi Beascoa, que ejerció de moderador.

La sesión comenzó con una presentación por parte de Michiel Kolman, Vicepresidente Senior en Elsevier, en representación de la IPA (International Publishers Association). Kolman expuso cuáles son las responsabilidades de las editoriales en relación a la sostenibilidad y enumeró dos principales que pueden desglosarse en otras más concretas. La primera sería ser una organización responsable (es decir, que tenga políticas laborales justas, que valore la diversidad y la inclusión y que tenga dinámicas de trabajo consideradas con el medio ambiente); la segunda consiste en ser un catalizador del cambio (publicar contenido relacionado con la agenda global, trabajar en el ámbito de los SDG [Objetivos de desarrollo sostenible, en inglés Sustainable Development Goals] para catalogar y promover contenido, organizar proyectos y colaboraciones).

El Pacto de los Editores por los SDG (SDG Publishers Compact) es una declaración y una alianza que aglutina a distintas firmas editoriales que quieren formar parte del compromiso sostenible. Unirse a él supone establecer políticas ecológicas en línea con los preceptos de los SDG.

Kolman enumeró alguna de las implicaciones principales de este pacto, entre las que se incluyen priorizar la sostenibilidad, remover la conciencia y tomar acción. En 2018, la IPA hizo una encuesta entre sus miembros para saber qué objetivos les parecían prioritarios: educación de calidad, igualdad de género, paz y justicia, producción y consumo responsables, acción climática y colaboración para conseguir estos objetivos fueron los resultados que obtuvieron.

La conclusión es que vivimos en un clima inestable, lo que nos sugiere que los enfoques en relación a la acción climática son tres:

-Las emisiones directas que se emiten desde los recursos que las compañías poseen directamente.

-Las emisiones indirectas de recursos propios.

-Las emisiones indirectas de recursos que no son nuestros pero forman parte del mismo entramado que nosotros.

El rol de la colaboración en la acción climática y las ideas que tiene IPA para el subcomité de sostenibilidad se resume en compartir los recursos y establecer estándares de sostenibilidad. Diferenciar entre lo que puede hacerse dentro del sector y fuera.

Activar una acción climática puede requerir lo siguiente:

-Tomar partido ya: la tecnología existe.

-Responsabilidad de todos los miembros que forman parte del sector.

-Comprobar cuanto antes la factibilidad de las propuestas.

A continuación intervino Juan Mera, el director de las cadenas de suministro del principal actor del mundo editoral español, el Grupo Planeta, y que subrayaba el “liderazgo” editorial en el marco europeo. Mera tiene más de 20 años de experiencia en el sector editorial y declaró que  se alegraba de seguir en esta industria y en esta red profesional en estos momentos, porque se trata  de una época de cambio y retos sobre los que ahora nos hablará.

Dividió su presentación en tres partes. La primera versó sobre que la sostenibilidad no es una moda pasajera sino que se trata de una filosofía que ha venido para quedarse. En la segunda parte enumeró los problemas de sostenibilidad a los que deberá hacer frente el sector editorial. Finalmente, en la tercera parte, compartió algunas ideas sobre cómo un enfoque respetuoso con el medio ambiente puede resultar en beneficios y crecimiento para la industria. Hizo hincapié en que las editoriales tienen que liderar esta transformación, no sólo seguirla.

Por último, en lo que se refiere a la secuencia de sesiones plenarias de la iniciativa de “Alianzas para el liderazgo editorial” en el marco de Readmagine 22 se organizó una sesión dedicada a proyectos estrictamente digitales para el mercado editorial, que fue moderada por Arantza Larrauri (Libranda) y comenzó  con la participación de Laura Di Giuseppe en representación de Tandem Collective, una empresa de marketing digital centrada principalmente en la promoción de libros.

Laura Di Giuseppe puso el foco en los cambios recientes que han surgido a raíz de las redes sociales, en cómo éstas marcan tendencias y el rol de los llamados ‘‘influencers’’ en este sector. Las lecturas conjuntas son su método estrella, con ellos buscan crear un efecto dominó que haga que en las redes se hable lo suficiente de un libro como para crear una tendencia o llamar la atención de su público potencial.

A continuación intervino Nathan Hull en representación de Beat Tech. Presentó su propuesta empresarial como una solución para los editores a ciertos problemas que derivan de los nuevos modelos de consumo. Añade que la suscripción no implica una única forma de consumo sino que es un medio a través del cual el consumidor paga para acceder al contenido.

Hull también afirmó que el cometido de Beat Tech es construir un futuro próspero para la narración y el mundo editorial. Su método consiste en crear ecosistemas que beneficien a todas las partes. Recaban información sobre las distintas tendencias en los hábitos de lectura para conocer las dinámicas del público y que las editoriales puedan aprovechar esa información.

Una de sus conclusiones fue que esta no es una cuestión binaria e irreconciliable, sino que todo lo que se hace en el mundo digital puede aprovecharse de forma positiva en el ámbito de las publicaciones impresas.

El tercer ponente fue Andrew Rhomberg, fundador de Jellybooks (quien hace ya bastantes años tuvo otra intervención en Readmagine). En Jellybooks estructuran su filosofía en lo que llaman ABC: audience insights(datos audiencia), book discovery  (descubrimiento de libros) y cloud reading (lectura en la nube).

En Jellybooks recopilan información antes de la publicación de un libro para que la editorial tenga un margen de tiempo y pueda cambiar algo si los datos sugieren que supondrá una mejora.

Buscan retroalimentación de los lectores en relación a la experiencia lectora con títulos concretos. Otra de sus estrategias, como nos explica, consiste en utilizar ebooks como gancho para la venta de libros impresos.

Durante el diálogo, moderado por Arantza Larrauri, abordaron cuestiones como lo diferente que puede ser trabajar en distintos mercados debido a las diferencias culturales y cómo éstas conviven con la llegada de las nuevas tecnologías, o hasta qué punto no está sesgada su visión en función de los públicos a los que evalúan o los catálogos con los que trabajan.

Readmagine es la Semana de la Innovación de la lectura y los libros que organiza la FGSR desde 2006. En esta edición se ha incorporado el proceso de trabajo colaborativo profesional «Alianzas para el liderazgo editorial», que cuenta con el patrocinio del Ministerio de Cultura y Deporte.

Se han publicado las ponencias presentadas. Estas publicaciones se  están presentando con pequeños resúmenes (en versión española e inglesa):

https://renodo.org
https://renodo.org/en