La necesidad de formarse continuamente y los desafíos de la edición. Entrevista con Núria Cabutí, CEO de Penguin Random House

La transformación digital ha impactado profundamente a la industria editorial en los últimos años. Desde tu perspectiva, ¿cómo ha cambiado el papel de las editoriales en este nuevo ecosistema digital?

La transformación digital ha permitido al editor ampliar sus mercados, sobre todo en lo que respecta a promoción de sus contenidos. Una de las mayores oportunidades es llegar con sus libros más allá de sus fronteras y, en el caso de la lengua española, esto significa poder llegar a lectores de un gran número de personas de diferentes países. Este alcance también se aplica al acceso directo que tenemos ahora como editores al lector final a través de las redes, de nuestra web y de nuestras herramientas digitales como las newsletters lo que nos permite impactarles con nuestros contenidos y también algo importante que antes no teníamos y es que podemos escucharlos directamente.

Y, más allá de la promoción, hay otras ventajas importantes que han venido de la mano de la transformación digital y están relacionadas con los procesos y la capacidad que tiene una editorial para producir contenidos digitales. En este sentido, nuestro grupo ha trabajado en la construcción de equipos especializados en audiolibros, que nos ha permitido poner en el mercado uno de los mejores catálogos de audio o, previamente, esta misma forma de trabajar relacionada con los ebooks. Por último, la transformación digital nos ha permitido poder analizar y tener datos que antes no teníamos y esto ha transformado la forma como afrontamos el negocio y el día a día de cómo trabajamos.

El público lector ha cambiado, especialmente después de la pandemia, con una mayor demanda de libros digitales y audiolibros. ¿Qué estrategias está implementando Penguin Random House para adaptarse a estas nuevas demandas?

La lectura fue, durante el confinamiento, un refugio para muchos, una forma de cura a través de la imaginación. Esto permitió al sector editorial crecer más de dos dígitos y aumentó el índice de lectura, pero pasó lo mismo que cuando apareció el libro electrónico y se auguraba que en 2020 el 80% de los libros se leerían en formato digital, sin embargo, entonces y ahora, como bien explican las estadísticas de la Federación de Editores Europeos, el 80 % de las ventas en toda Europa siguen siendo en formato físico.

Así que con la pandemia el público lector ha cambiado, pero el cambio está en las ganas de leer, sea en el formato que sea, y en un fenómeno que antes no ocurría y es que gracias a compartir las lecturas en diversas redes sociales los libros de fondo han alcanzado una importancia a la que antes de ellas era complicado llegar. Si unimos esto a la diversidad de títulos que podemos ofrecer, para que cada lector encuentre aquello que quiere leer en ese momento, y lo haga en el formato que quiera hacerlo, lo que encontramos es una mayor demanda de lectores en todos en todos los formatos.

En la actualidad, la sostenibilidad es un tema central en muchas industrias, incluida la editorial. ¿Qué iniciativas está adoptando Penguin Random House en términos de sostenibilidad, tanto en la producción de libros como en la gestión interna?

Penguin Random House es parte del grupo Bertelsmann. Bertelsmann lleva midiendo su huella de carbono desde 2018 y, por tanto, nosotros también, pero antes ya habíamos empezado este camino en lo que se refiere a la producción de nuestros libros, que aún sin medir nuestras emisiones, intuíamos era la parte donde fijarnos en lo que hacíamos podía mejorar las cosas. En España, fuimos de los primeros en tener una certificación FSC propia y lo hicimos en 2014, y desde entonces llevamos trabajando, por una parte en la reducción de emisiones relacionadas con las oficinas y almacenes, como en cada una de las partes de la producción y distribución de nuestros libros, sobre todo poniendo gran atención en aquello que produce más emisiones como son el papel, la impresión y la distribución al punto de venta.

¿Cómo ves el futuro de la edición en lengua española? ¿Qué desafíos y oportunidades percibes en el crecimiento del mercado de libros en español, tanto en América Latina como en España?

El español en el marco de la literatura mundial tiene un papel fundamental. Estamos viendo que el mercado se ha desplazado en los últimos años a un contenido de autor hispano. Si yo me remito a hace unos veinte años, en las listas de más vendidos había mucho autor internacional, mientras que ahora vemos que hay una preferencia por autores que escriben en lengua española. Estamos publicando la mitad de nuestros contenidos originalmente de lengua española y la otra mitad de otros idiomas traducidos.

El español triunfa en el mundo entero, pero el gusto de los lectores en cada país es un poco diferente, por ejemplo, en México hay una influencia norteamericana muy clara, donde interesa mucho el tema político. Colombia es un mercado donde en la lista de los más vendidos siempre encuentras autores de corte novelístico, poético… tiene un gusto lector más literario. Argentina se interesa sobre todo por la parte de no ficción; los temas periodísticos y de investigación son de gran interés para el lector de allá. Realmente cada país tiene unas características particulares, aunque sí que es verdad que hay temas universales y autores que podríamos llamar “clásicos de hoy” que gustan en todas partes. El gran desafío, creo que para cualquier editor de cualquier parte del mundo no solo para los que editan en lengua española, es no perder la conexión con la sociedad en la que vives, seguir buceando en las temáticas en las que se mueve el público y, aunque tengamos una lengua común, no perder la perspectiva de la sociedad del país donde estas publicando los libros, de lo que a la sociedad le preocupa.

Como líder destacada en la industria editorial, ¿qué consejos les darías a los jóvenes profesionales que desean hacer carrera en este sector? ¿Cuáles son las habilidades más importantes que deberían desarrollar?

Les diría que elijan un trabajo en el que puedan aprender y a ser posible desarrollar su pasión. Que sean curiosos y estén pendientes de los temas que mueven a la sociedad. Habilidades como la comunicación y la empatía así como la capacidad de análisis al mismo tiempo que la creatividad son claves dentro de nuestro sector.

Desde PARIX, estamos comprometidos con la formación continua y la adaptación a los cambios del sector editorial. ¿Cómo ves la importancia de programas formativos como los de PARIX para preparar a los profesionales de la industria en un entorno tan cambiante?

Estar al día y formarse continuamente es fundamental para cualquier editor, poder capacitarte continuamente en español en todos aquellos temas que son tendencia como la Inteligencia Artificial, los Audiolibros, la Accesibilidad o la sostenibilidad es fundamental en el mundo de hoy. Y que se haya podido formar una escuela para profesionales de nuestro sector, a la que todo el mundo puede acceder, creo que es importante y diferenciador respecto a otros países y nos permite tener profesionales siempre a la última.

 

Núria Cabutí nació en Barcelona y se licenció en Ciencias Económicas por la UAB. Tiene una licenciatura en Estudios Económicos en la Universidad de Oxford Brookes y es MBA por el IESE. Inició su carrera en Bertelsmann en 1992 como analista financiera y ha desarrollado su carrera profesional en el sector editorial. En 1998 fue nombrada Directora de Marketing de Plaza & Janés y posteriormente Directora de Comunicación. En 2003 asumió el puesto de Directora Editorial para la división infantil y juvenil de Random House Mondadori, añadiendo a sus funciones la dirección de Debolsillo. En 2010 fue nombrada CEO-Directora General de Random House Mondadori. Desde 2013 es CEO de Penguin Random House Grupo Editorial con operaciones en nueve países y miembro del Consejo Internacional de Penguin Random House y miembro del Consejo de supervisión y del comité ejecutivo de Bertelsmann.  Es Vicepresidenta del Cercle d’Economia y de la AED, es miembro del Consejo Supervisor de Barcelona Global y del consejo Asesor de la Fundación Ortega y Gasset-Gregorio Marañón.