En esta entrevista hablamos con Marta Martínez, CEO del Grupo Anaya, quien nos comparte su visión sobre los profundos cambios que enfrenta el sector editorial. Desde la innovación en nuevos productos y servicios hasta la transformación digital, el desarrollo profesional y la sostenibilidad, cada aspecto revela el compromiso del grupo por adaptarse a un entorno en constante evolución. Exploramos temas clave como el impacto de la inteligencia artificial, la colaboración con plataformas tecnológicas y los desafíos actuales de la industria, brindando una perspectiva integral de cómo el Grupo Anaya se está posicionando para el futuro en un sector esencial para la educación y la cultura.
Como CEO del Grupo Anaya, ¿cuáles considera que son las innovaciones más significativas que su grupo ha impulsado en los últimos años en el sector editorial?
Para mí, innovación es escuchar, entender y ofrecer soluciones a través de la colaboración y el compromiso. Bajo estas premisas, quizá el proyecto más significativo desde que estoy en Grupo Anaya ha sido impulsar un ambicioso plan para transformar y optimizar la forma en la que trabajamos. Sin esta apuesta habría sido imposible evolucionar cómo nos relacionamos con nuestros clientes y desarrollamos nuevos productos y servicios. La puesta en marcha de iniciativas de aprendizaje como Henko o Tiimmi_, acercarnos más a la comunidad educativa, el lanzamiento de nuevos sellos de lectura como Pika o Faeris, o el desarrollo de nuevos modelos de negocio, han sido posible gracias a un modelo de innovación activable, que escucha y que busca un impacto positivo y directo en la vida de nuestros clientes.
¿Cómo ha afectado la transformación digital al Grupo Anaya y qué medidas ha tomado el grupo para adaptarse a los cambios en el sector del libro?
En Grupo Anaya entendemos lo digital como un medio para acelerar nuestro compromiso tanto con nuestros clientes para ofrecerles mejores productos y servicios, como con las personas que trabajan en la compañía para conseguir una organización más eficiente.
A través de importantes inversiones tecnológicas, estamos dotando a la compañía de mejores capacidades que nos facilitan trabajar más y mejor con datos, gestionar y distribuir nuestros contenidos, escuchar y acompañar más de cerca a los colegios, docentes, librerías…, optimizar la actividad comercial y logística, y ofrecer a nuestros colaboradores las mejores herramientas digitales para que sean más eficientes y se puedan desarrollar profesionalmente.
¿Qué papel juega la formación continua en el Grupo Anaya, y cómo aseguran que su equipo está siempre al frente de las tendencias y habilidades emergentes en la industria editorial?
Como he comentado antes, desarrollar el talento en Grupo Anaya y ayudar a las personas que trabajan en la compañía a tener lo necesario para responder a los desafíos que tenemos por delante, ha sido una prioridad para mí desde mi llegada a la compañía. Tenemos en marcha varias iniciativas que apoyan esta apuesta. Hace dos años lanzamos Aula Abierta, un espacio digital de formación interna que permite desarrollar habilidades digitales, productivas y organizativas. Además, desde el año pasado, contamos con una alianza estratégica con la escuela PARIX (de la FGSR) para desarrollar profesionalmente el talento de la compañía en las últimas tendencias del sector editorial, así como impulsar una actividad más innovadora y seguir buscando soluciones formativas para afrontar los retos a los que nos enfrentamos.
¿Hay alguna iniciativa de sostenibilidad medioambiental o responsabilidad social más general que Anaya ha implementado o planea implementar en el futuro cercano?
Todas las empresas del grupo Hachette al que pertenecemos, tenemos el objetivo de reducir nuestra huella de carbono un 30% en 2030. Es un reto ambicioso para el que hemos puesto en marcha una batería de iniciativas como el traslado de nuestras principales sedes a edificios con las máximas certificaciones de respeto al medio ambiente, el uso del papel procedente de bosques gestionados de forma sostenible. En lo que lo relativo a viajes, marketing, promoción u organización de eventos a la hora de elegir como movernos, dónde alojarnos, cómo comunicar, buscamos hacerlo cada día de manera más sostenible y la reducción de plásticos.
Respecto a la Responsabilidad Social, un objetivo también de nuestro grupo, estamos llevando a cabo iniciativas de accesibilidad a nuestros contenidos y herramientas educativas para la inclusión en las aulas; hemos implantado, entre otras, medidas que facilitan la conciliación familiar, planes de igualdad o la paridad en nuestro comité ejecutivo, formado por un 50% mujeres y un 50% hombres.
Desde su perspectiva como CEO, ¿cuáles son los mayores desafíos que afronta actualmente la industria editorial?
Seguir impulsando la educación y la cultura como dos de los principales activos de nuestro país es para mí uno de los mayores desafíos a los que nos enfrentamos. Para ello, tenemos que empezar a aceptar que nuestro sector se encuentra inmerso en un importante proceso de reconversión que nos pone ante importantes desafíos, pero que también abre a nuestras compañías a interesantes oportunidades.
Transformarnos es una tarea que nos ocupa y que, creo, pasa por cuatro tareas urgentes. Primero, tenemos que repensar y racionalizar nuestra oferta y nuestros productos, así como evolucionar hacia la prestación de servicios. En segundo lugar, debemos construir nuevos lazos con las administraciones e impulsar la colaboración público-privada. Tercero, aprovechar lo mejor de la tecnología para ser más eficientes y desarrollar nuestros negocios, de forma especial la última eclosión de IA generativa. Y hacerlo de una manera ética, manteniendo el respeto a la propiedad intelectual y a la privacidad de nuestros usuarios, sean clientes, colaboradores etc. Por último, tal y como apuntaba al principio, ser capaces de evolucionar y responder a los nuevos comportamientos, necesidades y hábitos de consumo de nuestros clientes ya sean docentes, estudiantes y/o lectores, para ello tenemos que escucharlos mucho más.
¿Cómo colabora el Grupo Anaya con plataformas educativas y tecnológicas para enriquecer la experiencia de aprendizaje y lectura?
La tecnología debe ser un medio al servicio del aprendizaje. Tiene que aportar propósito y sentido educativo. En estos momentos, estamos inmersos en una reflexión muy profunda sobre el papel que juega la tecnología en el aprendizaje. Y nosotros no somos ajenos a ello. Por eso creemos que encontrar el equilibrio adecuado entre lo presencial, el papel y lo digital es la mejor fórmula para desarrollar mejores propuestas educativas. Grupo Anaya no es una compañía tecnológica y no está entre nuestras capacidades ni prioridades la de desarrollar plataformas propias. Por eso, colaboramos con las mejores compañías para enriquecer nuestros productos y servicios desde el punto de vista digital.
Con la creciente integración de la IA y otras nuevas tecnologías en todos los aspectos de la vida, ¿cómo está el Grupo Anaya incorporando estas herramientas en sus procesos y productos?
Intentamos hacerlo con sentido común, pragmatismo y ambición. Soy consciente del enorme potencial que esta tecnología ofrece a nuestra compañía y al sector. Nosotros utilizamos soluciones basadas en IA predictiva para optimizar procesos logísticos, comerciales y operativos. En cuanto a la eclosión de la IA generativa, estamos observando y aprendiendo en distintas líneas para hacer más eficientes distintos procesos organizativos y editoriales, explorando el potencial real para nuestros clientes, así como las posibilidades de desarrollar modelos de negocio asociados a ella. Lo estamos haciendo de forma ordenada y siguiendo las directrices que nos marca Grupo Hachette, y por supuesto, protegiendo los derechos de nuestros autores y respetando la privacidad de los clientes.
¿Qué consejos le daría a los jóvenes profesionales que aspiran a ingresar y progresar en el sector editorial?
En nuestro sector trabajamos y contribuimos a mejorar la vida de las personas a través de la educación y la cultura. Es un propósito emocionante. Desde mi experiencia en el sector animo a buscar oportunidades profesionales en él. Nuestra labor es creativa, dinámica necesita de un contacto permanente con los clientes para ofrecerles publicaciones y servicios nuevos y diversos. Editar un libro es un proceso en el que intervienen profesionales de distintas disciplinas, con perfiles profesionales muy diferentes, pero con el común denominador de su amor por la cultura y la educación, en el que la colaboración es esencial para que el resultado final sea un éxito. Requiere una exigencia diaria que se ve gratificada por el impacto positivo y real que nuestra labor tiene en la vida de las personas. Es un sector con mucho legado y con mucho futuro.
Recomiendo a quien quiera formar parte de esta industria que amplíe sus miras, haga un esfuerzo por entender los distintos fenómenos que surcan nuestra sociedad en este momento, se forme en aquello que le gusta y que aprenda a escuchar y entender las necesidades del público al que se dirige. Ah, y por supuesto, que lea mucho.